Aún no me creo hasta que punto ha llegado nuestra amistad.
Comenzamos con el primer día de clase, yo me perdí junto a otra compañera y entramos tarde, de pie, detrás de la clase mirando a todos lados. Estaba muy nerviosa. Pero te conocí en el descanso, con tu impresionante y larga melena azul que me causó admiración.
Poco a poco fuimos hablando, y haciéndonos amigas, pero aún sigo sin saber la razón de por que nos distanciamos de manera tan sutil. No me atrevía a articular palabras.
Pero lo peor fue que nos empezamos a llevar mal por culpa de personas deleznables y rastreras que causó nuestra separación.
Pero poco a poco y con mucha paciencia volvimos a hablar, a pasar tiempo juntas y eso me hizo feliz.
Odié cuando vi a tus ojos derramar lágrimas, lágrimas que esa persona no se merece. Te consolé y te consolaré, te apoyé y te apoyaré, te quiero y te querré.
Por siempre.